- Ella no les debe nada-contestó mi hermano Mark a la defensiva.
- Ya les causé muchos problemas, creo que lo menos que puedo hacer es explicarles, él porque estoy aquí. –lo miré con una mirada suplicante, a lo que el asintió, Bryan que hasta ese entonces se encontraba pensativo decidió hablar.
- Creo que lo más conveniente sería contarles desde el principio, de cómo encontramos a Sol. Mark y yo fuimos convertidos en 1864, nosotros éramos parte del ejercito de neófitos que María, la creadora de Jasper había creado para proteger sus tierras y destruir alquerres vecinos, yo soy de el Norte de Irlanda, y Mark es de Australia, ni siquiera sabemos cómo es que legamos a México, el punto es que por varios años estuvimos sirviéndole. Al igual que Jasper, nuestros dones nos hacían difícil el alimentarnos de humanos, por lo cual habíamos estado planeando fugarnos, nuestro primer año como vampiros casi estaba a punto de terminar, por lo que ya no le éramos necesarios a María, ella le había ordenado a Jasper acabar con nosotros junto con otra pareja de vampiros, pero él decidió avisarnos y dejarnos escapar por lo que siempre estaremos en deuda con él.
Estuvimos unos años viajando por el sur de Asia, cuando decidimos que era tiempo de regresar nos encontramos con Peter y Charlotte, la pareja que había escapado con nosotros, nos comentaron que el Alquerre de María había desparecido y que ella había huido hacia el norte de Estados Unidos para formar uno nuevo, así que decidimos darle caza.
Después de unas semanas de búsqueda encontramos a María en Washington, asesinando a una familia, nosotros la matamos, y ahí fue que encontramos a Sol, ella era solo una bebe de no más de 1 año, su familia había muerto y por los alrededores se encontraba el ejercito de neófitos que había estado formando María. Decidimos llevarla hacia Europa con nosotros y dejarla en un orfanato para que pudiera crecer como una niña normal, solo que cuando llegó la hora de hacerlo no pudimos, nos había cautivado y decidimos criarla nosotros. Ella era una bebé tan encantadora que hasta podría ablandar al más cruel de los vampiros. –termino de decir mientras me sujetaba delicadamente de la mano con una sonrisa cálida, yo se la devolví, recordando todas esas cosas que los tres habíamos pasado juntos a lo largo de mi niñez.
- Creo que es mi turno de explicarles el porque estoy aquí- Dije a la vez que tratada de ordenar todo en mi mente para ser lo más clara posible.- Bryan y Mark, sabían que yo era una Quileute, ellos había estado investigando y descubrieron que mi padre era un licántropo, eso a los Vulturi no les agradó, puesto que ellos querían que mis hermanos se unieran a su guardia y ellos se habían negado, en varias ocasiones ellos intentaron terminar conmigo pensando que yo los retenía.
Por muchos años estuvimos viajando, Paris, Milan, Sudáfrica, La India, Japón, y por ultimo Corea del Sur. Entre más tiempo pasaba más cerca estaba el día en que mi gen se activaría, así que ellos decidieron traerme a la Reserva Quileute, donde estaría más segura y los Vulturi no podían entrar aquí, claro que ellos se terminaron enterando, pero accedieron a que mis hermanos cumplirían cierto número de misiones a cambio de dejarme en paz. Ellos iban y venían de Volterra, y de vez en cuando iban a la reserva a visitarme.
- ¿Visitarte?¿a la reserva? –preguntó Sam enojado.- como es posible?
- Mis hermanos tienen dones…
- Qué clase de dones?
- Mark puede un sentido del aflato muy desarrollado al igual que el señor Demitri de la guardia Vuturi, el es capaz de rastrear a cualquier persona, pero también Mark puede ocultar su aroma y el de otras personas, e incluso puede guiar el aroma hacia otra parte, lo que lo hace indetectable. Usaba su don conmigo cuando me transformaba para que ustedes no pudieran encontrarme.
- Eso significa que… –dijo Sam, pero Mark lo interrumpió
- … que Bryan y yo podríamos estar parados en medio del pueblo y ustedes ni cuenta se darían –dijo burlonamente, pero a Sam no le pareció muy gracioso, para calmar el ambiente continué hablando.
- El don de Bryan también es increíble, con solo tocar a una persona u objeto puede saber su historia, es parecido al don del Señor Aro Vulturi, solo que Bryan no puede ver los pensamientos de la gente.
- La razón por la que me alimento de animales y no de humanos es que los recuerdos de la vida humana quedan grabados en mi memoria, es imposible de borrar, no puedo vivir con la idea de terminar con una vida llena de recuerdos. Con Mark ocurre algo diferente, el olor de la persona queda impregnado en él durante mucho tiempo, el dice que no soporta el olor a muerte.
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