15 de diciembre de 2011

Prefacio

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- Mara, ahora intenta con esto -  grito un niño aparentemente de unos 8 años mientras lanzaba una pelota al aire y esta explotaba en un abrir y cerrar de ojos - Genial Mara! - su sonrisa era alegre y despreocupada como cualquier niño de su edad, solo que el y sus amigos eran diferentes.
- Ya me dolió la cabeza, ahora es tu turno Ren - la pequeña niña de ojos celeste, iguales o mas hermosos  que los del cielo le dio un vaso de jugo de naranja, Ren lo tomo y en menos de un minuto este estaba completamente solido.

Como si fuera cualquier cosa los 6 niños pasaban así sus días, jugando entre ellos, aislados del mundo en un hermoso jardín lleno de flores y juegos, el paraíso de todo niño.
Mas alejados de Mara y Ren, abajo de un árbol se encontraba Kall, como siempre, jugando con fuego, ahora estaba quemando su libro de colorear y sus crayones los tenia embarrados en su ropa, el siempre había sido un niño inquieto y rudo, a nadie le sorprendía, habían aprendido a guardar la distancia con el cuando se encontraba enojado, la razón esta vez era que había quemado su ropa.

Una niña lo observaba las travesuras de Kall, esa era Kana, la menor, era tímida, solía despertar mas temprano que los demás para dirigirse al jardín y hacer un ramo de flores, siempre había uno nuevo cada mañana en el florero junto a la ventana en el cuarto de juegos de los niños.

Labi y Geel los mayores,  acababan de llegar de su monitoreo semanal, Labi, de 9 años, fue a ayudar Kana que debido a la gran cantidad de flores que tenia en el regazo no podía ponerse de pie.
Geel, de  12 años, reservado como siempre, fue a sentarse en una banca a observar desde lejos como Mara y Ren se divertían jugando con sus poderes.
Mara lo saludo a lo lejos y el le contesto con una sonrisa, a lo que Mara enseguida se dirigió corriendo junto con Ren hacia el.
Geel y Mara  habían sido creados por el mismo científico, Anthony Whitham. Los nombres de todos lo experimentos significaban el color de sus ojos en el idioma natal del científico que los creo, Geel significaba amarillo en una lengua de África de donde provenía la esposa de Anthony, y Amara, o como todos le decía Mara, significaba celeste en Bengal, país de su creador.

- Hermano, podrías hacer un truco? -  Mara le pregunto mientras vaciaba un puño de arena en las manos de Geel, el sonrió y rápidamente formo un pequeño pájaro que flotaba moviendo las alas.
- Asombroso! -dijo Ren emocionado - Geel, porque todos hacemos cosas diferentes a los otros niños?es por eso que no nos dejan jugar con ellos?

El corazón de Geel dio un buelco en ese instante, haciendo que el pajarito se volviera a convertir en un puño de arena nuevamente. Geel hacia tiempo que sabia la razón del porque, pero no podía decírselas, al menos no ahora. Si su plan funcionaba como el esperaba ninguno de ellos tendrán que sufrir al enterarse de la verdad.

- Ren, aun eres pequeño para enterarte de algunas cosas, cuando seas mayor todo se revelara a su debido tiempo.
- Pero yo ya soy mayor!  pronto creceré y tendré tu mismo tamaño - dijo el pequeño de ojos morados con aires de grandeza, miro a Mara quien contenía su risa - Lo que digo es verdad Mara!
- Jaja, lo se, cuando seas mayor cuidaras a Mara y a los demás verdad, Ren?
- Si!
- Porque, su ya no nos vas a cuidad? - Pregunto Mara con una notable preocupación en su cara.
- Tal vez pronto ya no los pueda ver, pero podrían prometerme que pase lo que pase siempre confiaran en mi?
- Si! - respondieron al unisono Ren y Mara.


El atardecer de ese día fue diferente a los demás, y para muchos el ultimo. El anaranjado del cielo se mezclaba perfectamente con las llamas que envolvían el campo de concentración donde vivían los niños, la atmósfera era aterradora, solo se escuchaban sirenas y disparos, todos los experimentos habian sido resguardados en un yunque para su proteccion o mas bien, habían sido encerrados, Mara despues de varios intentos había logrado habrir la puerta de hierro solido. Todo ruido habia cesado, el silencio era sepulcral, solo se podía escuchar una cuenta regresiva que salia de los altavoces...

- Mara tenemos que salir rápido, este lugar va a explotar! - Grito Labi.
- Pero tengo que encontrar a Anthony y a Geel! - Mara  soltó la mano de Ren, y salio corriendo hacia el laboratorio de su creador.
Lo que vio ahí dentro la dejo destrozada.
El cuerpo de su creador ya sin vida estaba al fondo de la habitación, la pequeña solo tubo fuerzas para correr hacia el y llorar junto a su cuerpo.
En ese momento sintió su presencia, era Geel, su adorado hermano.
- Geel!!, Anthony a... -  pero la voz fría de su hermano mayor la interrumpió, con algo que ella jamas hubiera deseado que saliera de su boca.
- Lo se, esta muerto, yo lo mate, a el y a todos...


13 de diciembre de 2011

Los 6 Cuervos

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Nota: Todos tiene como nombre el color que los representa, solo que están en diferentes idiomas (en origen)

Geel

  • Nombre completo: Geel Crow
  • Origen: Africano
  • Edad: 22
  • Especialidades: controlar la tierra, fuerza, velocidad, 


Labi

  • Nombre completo: Gulabi Crow
  • Origen: Indu
  • Edad: 19
  • Especialidades: controlar el aire,  fuerza, velocidad


Ren

  • Nombre completo: Purpuren Crows
  • Origen: Bulgaro
  • Edad: 18
  • Especialidades: contolar el argua y el hielo, fuerza, velocidad, agilidad, 


Kall

  • Nombre completo: Portokall Crow
  • Origen: Albano
  • Edad: 18
  • Especialidades: Controlar el fuego y el calor, fuerza, velocidad, 


Kana

  • Nombre completo: Kanach Crow
  • Origen: Armenio
  • Edad: 17
  • Especialidades: Controlar el sonido, fuerza, velocidad, 


Mara

  • Nombre completo: Amara
  • Origen: Bengal
  • Edad: 17
  • Especialiidades: Telequinesis, explotar cosas, velocidad, fuerza, agilidad, 

Crows

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Modificación del ADN...
Una organización buscando poder...
y 6 cuervos dispuestos a luchar por su libertad.

Mara, Ren, Kana, Kall, Labi y Geel
podrán escapar de las organizaciones que los quieren usar como armas?
cual es el propósito de su existencia?
podrá el amor triunfar sobre las armas?


C R O W S

Cría cuervos y te sacaran los ojos


6.- El final es el inicio

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Tenía el presentimiento de que algo pasaría esa noche, pero ignoré completamente esa sensación.

Era la víspera de año nuevo, los estudiantes junto con sus familias estaban reunidos en el gimnasio, este había sido adornado con luces de colores y un gran candelabro en el centro, eran las 11:45 pm , yo y Marisa estábamos en la mesa de bocadillos sirviéndonos ponche de frutas, Lucas se había ido a pasar el año nuevo con su padre que tengo entendido que lo ve pocas veces ya que él trabaja en el ejercito, me alegraba que él estuviera con su familia, Marissa… bueno, sus padres están divorciados, su padre es director general de una importante empresa y su madre está de viaje en las Bahamas, así que esa noche solo éramos ella y yo, entre una multitud de desconocidos hundida en el bullicio.

- Amara… -esa voz se escucho como si alguien me hubiera susurrado al oído, pero no había nadie cerca a mí alrededor, quien mas sabia mi verdadero supuesto nombre?
- ¿Qué pasa, Scarlett? –pregunto Marissa al ver mi cara pálida.

- …nada, regreso en un momento.

Salé d la escandalosa habitación y caminé por un oscuro y solitario pasillo

- Amara…-de nuevo esa voz, pero esta vez alcance a ver una sobra negra que se dirigía a la puerta de salida.

- ¿Quién es? –la pregunta debió sonar estúpida en una situación como esa, así que tome una bocanada de aire y me dirigí hacia la salida con pasos lentos, lo único que se escuchaba era el aire y mis torpes pasos, al salir él estaba ahí, entre toda la blanca nieve resaltaba una figura oscura, su cabello negro caía sobre su frente pero dejaba ver unos ojos profundos ojos amarillo metalico, iguales a los mios o los de Kall, dio un paso hacia mí y dijo…
- Al fin te encuentro Amara, no tienes idea por todo lo que tuve que pasar para encontrarte.
- ¿Quién eres? –otra pregunta estúpida, la respuesta era más que clara.
- Geel Crow, por supuesto, ya no puedes huir de mi, el lazo que nos une es mucho más fuerte que el de los otros experimentos, así que no hagas las cosas más difíciles y ríndete. Después de todo, los intentos de Stephen por ocultarte fueron inútiles, el solo fue un estorbo, así que terminé matándolo.
- ¡¿Tu… tu lo mataste?!- esa confesión hizo que un fuerte calor despertara en mi, a reacción de eso mi cuerpo empezó a dar pequeños temblores.
- Si, lo mate al igual que lo hice con Anthony, nuestro creador, después de todo el fue el estúpido que se atrevió a jugar a ser Dios! El y sus estúpidos colegas, no merecían otra cosa más que la muerte! A si que ríndete de una vez por todas!
- ¡No! – las palabras de Geel fueron la gota que derramó el vamos, la nueve que había se levantó del suelo formando un tornado a mi alrededor, nuca pensé que yo fuera capaz de hacer eso, así que solo cerré los ojos y deje fluir todo.
- 3…2…1 ¡Feliz año nuevo!


. . . . .

- ¿estás segura de lo que estás haciendo Scarlett?
- Geel aun está vivo y sigue buscándome, si permanezco en este internado seria una amenaza para los demás, y últimamente no puedo controlar muy bien mis poderes, así que esto es lo mejor que puedo hacer. –Marissa, dio un paso hacia mí y me abrazó-
- De acuerdo, te voy a extrañar, no olvides escribirme.
- No lo olvidaré

Esa mañana había despertado en la fría nieve y el lugar donde se supone que había estado Geel había un camino de sangre que se perdía en el bosque.
En el asilo me habían dado todas las pertenencias de Truman, entre ellas un portafolio con el nombre, el creador y la localización de los demás experimentos distribuidos alrededor del mundo, seguramente me tomaría mucho tiempo reunirlos a todos y mas con la supuesta organización llamada “Infinito” tras nosotros pero estoy segura de que sabré como salir adelanta, salí del internado, con mis maletas siguiéndome como siempre.
No sabia lo que me esperaba en el camino, pero de algo estaba segura, esa noche de año nuevo había dejado atrás a Scarlett Manson, ahora era Amara Crow.



5.- Luz de luna

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No hables, no sientas, no escuches, solo calla… calla.




Días atrás…

- ¿por qué no piensas ir al campamento? Será divertido, Scarlett
- No creo estar en posición de divertirme, Marissa.
- Si vas por lo menos tendrás un par de días de relajación, ¿Cuántas veces más piensas estrellarte contra el techo en las noches?
- Ese es el problema, debido a mis pesadillas no puedo controlar mis poderes.
- Te vigilaré cada cierto tiempo para que estés más tranquila, así nada podrá salir mal. -¿Qué nada podrá salir mal? ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Qué todos al verme flotar creerán que soy la Bruja de Blake?
- … de acuerdo
- ¡Genial! Iremos a Saint John a comprar ropa para acampar!

Casi todo el internado iría de campamento, experto por el equipo de fútbol americano que irían a entrenar a Vancouver, así que no podía contar con Lucas en el campamento, -que por cierto el no paraba de disculparse-.
Para no hacer la historia más larga, en el campamento Marissa estaba harta de la naturaleza.
- Por dios, me arrepiento tanto de haber venido lamento haberte arrastrado hasta aquí, Scarlett.
- La verdad es que me alegre haber venido, es muy tranquilo aquí. –en verdad yo odiaba ese lugar tanto como ella, pero era gracioso ver como se quejaba de todo, Marissa es de las chicas de hacen una tormenta en un vaso de agua.
- What?! Scarlett! Estamos en medio de la nada, y ese olor, ¿hueles eso?
- Son pinos, Marissa
- Aww pero están por todas partes, y encima los mosquitos me están comiendo- yo bien que le había advertido que no usara perfume de Channel- además tenemos que hacer ese estúpido trabajo de ciencias.
- Solo tenemos que clasificar unas cuantas especies de plantas, no tardaremos mucho tiempo, solo fíjate por donde pisas porque aquí una pendiente a unos cuantos metros.
- Pff! De acuerdo, juro de saliendo de aquí iré más seguido al gym, ¡estoy fuera de forma! Mis pies me están matando
- Te dije que te pusieras tenis
- Los tenis no quedaban bien con este conjunto –dijo señalando su minifalda y su blusa rosa.

A estas alturas yome seguía preguntando porque seguía soportando a Marissa, no es del ripo de persnas con las que suego juntarme, o mas bien no me juntaba con ningún tipo de personas, pero con Marissa, mas alla de sus ropas caras y su frivolidad, era una persona con buenas intenciones solo que tenia ese aire de niña malcriada que sodos suelen reconocer a primera vista.
- ¡¡Marissa, cuidado!! 

- ¿Qué? Aaaa!!!


Y por salvar a Marissa caí colina abajo, no tengo idea cuantos metros rodé, ni con cuantas rocas me golpeé, tampoco de cuantas hojas, ramas y tierra entraron en mi boca, y mucho menos cuanto tiempo estuve inconsciente.
Era de noche, y al parecer me había alejado mucho del campamento, me puse de pié y miré a mi alrededor, los arboles crujían por el viento, todo estaba realmente oscuro, solo un poco de luz de luna se filtraba por entre las ramas.
Era igual que en mis pesadillas, pero no estaba asustada, sentía todo tan irreal, tan ajeno que solo camine sin rumbo, alrededor de una hora hasta que choque con alguien.
- Ouch! – me había pegado tantas veces en la cabeza que el golpe no me dolió tanto como yo había esperado - ¿Quién está ahí?
- ¿No es algo tarde para que una muchachita como tu ande vagando por el bosque? – me preguntó una burlona voz masculina a la vez que encendía una linterna que me caló en los ojos, eso hizo que pusiera los brazos frente a mi cara. - No puede ser dijo sin aliento al momento en que dejaba caer la linterna-
- ¿Q-que pasa?
- ¿tú eres, como decirlo… un…experimento? –dijo mientras señalaba la marca de mi muñeca.
- ¿Cómo sabes eso? –pregunté dando un par de pasos hacia atrás, pero un árbol me impidió seguir retrocediendo, ¿el era Geel?¿que debía hacer? O más bien ¿Qué me iba a hacer el a mi?
- Tranquila, yo… soy como tú, por así decirlo hahaha, - se remangó el suéter y me enseñó su muñeca derecha, tomó la linterna del suelo e iluminó su muñeca– ¿vez? también mis ojos son de un color extraño como los tuyos –la luz de la linterna también me dejó ver su rostro, tenía una piel pálida como la mía, y su cabello era café oscuro y color naranja. – oh por cierto yo soy Kall
- Soy Scarlett Mason
- Veo que te cambiaron el nombre.
- ¿Cómo dices? –genial, ahora resulta que no sé ni mi nombre. Debi de creerle a Thruman.
- Si, es que se supone que todos tenemos el mismo apellido: Crow.
- ¿Conoces a más como nosotros?
- Solo me he topado con Geel, y no es un tipo muy agradable, te recomiendo que te alejes de él… -antes de que Kall me pudiera decir algo mas, unos ladridos a lo lejos interrumpieron nuestra conversación –valla, es la policía, tengo que irme.
- ¿Por qué?
- Acabo de robar a un restaurant –dijo señalando una mochila que llevaba en su espalda- ¿si sabes cómo salir de aquí?
- No, estoy perdida
- Bien, creo que te tendré que sacar de aquí – sin poder decir nada mas, el me tomo en brazos, y de repente resonó el sonido de un disparo
- Se están acercando –yo ya comenzaba a hiperventilarme.
- Tranquila, he escapado de peores situaciones.
- Eso no me tranquiliza!
- Bien, entonces te pondré a dormir
- ¡¿Qué?! –apagó la linterna y me miró directo a los ojos, antes de que apagara la linterna pude noté que sus ojos naranjas brillaban.
- Shh
- ¿pero, qué? –su mirada pe producía somnolencia, y al momento en que su voz llego a mis oídos, comencé a perder el conocimiento.
- No hables, no sientas, no escuches, solo calla… calla…

. . . . .


- Scarlett! Por fin despertaste.

- ¿Cuánto llevo dormida?
- Mm… como un día y medio
- ¡¿Qué?! –me levanté rápidamente de la cama.
- Tranquila, no te esfuerces, nos preocupamos mucho por ti, fue extraño encontrarte inconsciente en las cañas, pero no tienes heridas ni moretones, eres muy resistente, hahaha.
- ¿Dónde estamos?
- En el internado, regresamos antes porque nos dijeron que un ladrón andaba suelto por el bosque, pero aun no lo encuentran
- Ah, ya veo.

4 de diciembre de 2011

White Christmas

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No se en que pensaba cuando elegi esta imagen, aqui en Monterrey nunca cae nieve o almenoss no asi como en la imagen. Estoy empezando a sentir envidia por las personas que crecieron haciendo mu;eos de nieve en invierno.

Bueno emm... eso es todo, solo queria recalcar en el blog que ya era diciembre xD.

28 de noviembre de 2011

4.- Efecto Mariposa

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En el asilo de Saint John...
Stephen Truman leía el periódico sentado en su viejo sofá mientras fumaba una pipa, al escuchar crujir la rama de un árbol miró hacia la ventana y se encontró con la mirada de aquel hombre al que había estado esperando. La mirada se ese hombre que entraba por la ventana era fría y profunda, causada por el dolor de un amargo pasado que ensombrecían sus extraños ojos amarillos, frunció los labios por el asco que le causaba la habitación impregnada con el olor a tabaco, al acercarse y ser tocado por la luz de una lámpara de mesa dejó ver su pálida tez y su cabello castaño que caía sobre su frente.


- Que viejo estas -dijo el hombre rompiendo el silencio.



- Di lo que quieres y lárgate de aquí Geel.



- No hace falta que te diga lo que quiero, tu ya lo sabes. - contestó con voz ronca.



- ¡No te diré donde esta Amara! - Geel enfureció y en una fracción de segundo atrevesó la habitación tomando del cuello a Truman y arrinconándolo contra la pared.




- No tengo tu tiempo, o más bien eres tu al que no le queda nada de tiempo -dijo apretando mas fuerte su cuello. – Además ella en este momento está más susceptible que nunca, ¿crees que podrá vencerme?


-Si ella busca a los demás Crows te vencerán fácilmente.
-Talvez, pero una chica de 16 años no puede viajar por el mundo para buscarlos,  el Infinito la atraparía en un abrir y cerrar de ojos. Ahora dime, ¿Dónde está?


- No te lo di..ré, ¿te imaginas lo que... ella te hará cuando... descubra lo que hiciste? - le respondió Stephen casi sin aliento.



- Tal vez, pero recuerda que Amara aun es una niña y de seguro ella no querrá destruir a la única persona que comprende su situación y que puede ayudarla - dijo apretando mas el cuello de Stephen pero este ya no respondió ante el dolor. - ¿Truman? -pero Stephen ya no reaccionaba, Geel lo puso en el piso y comenzó a darle masaje cardiaco - !estúpido viejo, no te mueras aún! - pero era demasiado tarde, Geel se puso de pie y miró el cuerpo sin vida de Stephen - Bien, puedo encontrar a Amara sin tu ayuda. Será más sencillo ahora que sus poderes comenzarán a descontrolarse, es solo cuestión de tiempo. Tiempo que no tengo.



. . . . .

Abrí los ojos y me levanté del suelo polvoriento, miré lo que me rodeaba pero solo veía una llanura que parecía nunca acabar, como si yo fuera el único ser vivo en kilómetros, a lo lejos no había nada, absolutamente nada, ni un árboles, ni rocas, ni plantas ni montañas, ni siquiera podía ver la luna, solo estrellas.
¿Que era ese lugar? era como si estuviera en un rincón del mundo olvidado por Dios.
De la nada salió una pequeña luz blanca que zigzagueaba en el cielo, de pronto vi las imagenes que provocaron mi tragedia:


Un taxi chocando con un autobús, si no hubieran chocado, el Sr. Jones no hubiera quedado atascado en el trafico y entonces abría podido recojer temprano a su hijo que estaba en una fiesta, evitando así que el se emborrachara. Ala mañana siguiente el no abría tenido un fuerte dolor de cabeza y su amigo Tyler no abaría llegado tarde al baile por estarlo cuidando, y si el hubiera llegado a tiempo Amanda hubiera bailado con el y no con Dylan y al verlos juntos Sara no se habría sentido gorda y fea y vomitado por todas partes en el baño de mujeres, y si ella no hubiera vomitado el conserje no abría tardado 1 hora en limpiar todo y si no se hubiera tardado tanto habría limpiado también en ponche que alguien habría tirado en las escalera y si así hubiera sido yo no pisaría el charco, no me caería y para evitar el golpe no hubiera usado la telequinesia y Lucas no me hubiera visto, y yo no saldría corriendo...



Era obvio que era un efecto mariposa, yo nunca creí en eso de que una tragedia pequeña desarrolla una serie de trajedias pero, claro estaba que si era así, y creo que si un día después no hubiera recibido la noticia de que el Sr. Truman había muerto yo no habría ido a el asilo para recojer unos papeles que me dejó y no habría leído la frase: "Pronto te encontraras con Geel, ten mucho cuidado" entonces la paranoia no me habría inundado y no estaría teniendo esta pesadilla.

Claro, era una pesadilla. Abrí los ojos y en cuanto me di cuenta de que mi nariz rozaba con el techo caí abruptamente a la cama.



- ¡Por Dios, Scarlett! - Marissa me había visto.



- N...no es no que tu crees - ¿que pasaba conmigo? primero Lucas y ahora Marissa, de seguro creerá que estoy poseída.



- ¿eres una bruja o algo así?



- claro que no, yo soy normal.



- Scarlett, no soy tan tonta, el primer día vi que tus maletas flotaban, pero no quise decirte nada porque sabia que algo ocultabas y también vi lo que pasó con Lucas en las escaleras, ademas  tus ojos son de un celeste muy extraño y ahora te veo flotando! ¡¿Que eres?!, ¡¿Sabrina, la bruja adolescente?! -este seria un buen momento para regresar al rincón del mundo olvidado por Dios-



- Marissa, no soy una bruja ni nada por el estilo, solo déjeme explicarte.



- De acuerdo.



Esa noche Marissa me escuchó atentamente, yo no estaba segura de que consecuencias traería que alguien supiera mi secreto, pero me sentí aliviada porque nunca había flotando en la cama pero estaba segura que si mis inseguridades continuaban volvería a pasar, así que Marissa se hubiera enterado de todas formas tarde o temprano.



Mi futuro ahora es mas incierto que antes pero hay cosas seguras:

1.- necesito aprender a controlarme.

2.- Marissa ya sabe todo.

3.- Alguien esta buscándome, y no se si es algo bueno o malo.





La casualidad no es, ni puede ser, más que una causa ignorada de un efecto desconocido » Voltaire

26 de agosto de 2011

I Wanna be PRETTY

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Esta canción es para ti, por esos instantes en que nos sentimos como escoria de la sociedad, cuando creemos vivir en un mundo distante y ver todo a través de una ventana... intocables... inmutables... ajenas a cualquier cosa.
Por ti y por mi, por la incomprencion, el mundo seria mejor si estuviera echo de gente fea, ¿de que sirve la ser bonita si tu carácter te opaca?



Trato de poner una brillante sonrisa, pero
No me gusta como se ve
No soy bonita, yo no soy hermosa

Oh oh oh oh
Oh oh oh oh

Estoy tratando de cantar, pero
Nadie está escuchando
No soy bonita, yo no soy hermosa

Oh oh oh oh
Oh oh oh oh

¿Por qué soy tan poco atractiva?
¿Qué debo hacer para tener una
Sonrisa tan luminosa como la tuya?


Me vuelvo loca otra vez
¿Por qué no puedo ser perfecta?
Mirando mi fea apariencia en el espejo roto
Me quejo otra vez

No me mires, no me gusta esta sensación
Quiero esconderme en algún lugar,
Quiero escapar
Este mundo está lleno de mentiras

Creo que soy fea
Y nadie quiere amarme
Al igual que ella quiero ser bonita
quiero ser bonita
No me mientas a la cara diciéndome que soy bonita

Creo que soy fea
Y nadie quiere amarme
Al igual que ella quiero ser bonita
Quiero ser bonita
No me mientas a la cara porque yo sé que soy fea

No me digas tan fácilmente que me entiendes
Mi corazón feo y retorcido,
Aún puede resentirlo
No me obligues a hablar, no soy la persona correcta para ti
La fría falsedad dentro de esa mirada condescendiente tuya

Me quita el aliento
No te acerques a mí, odio tu interés
Me quiero ir a algún lugar, quiero gritar
El mundo está lleno de mentiras

Creo que soy fea
Y nadie quiere amarme
Al igual que ella quiero ser bonita
quiero ser bonita
No me mientas a la cara diciéndome que soy bonita

Creo que soy fea
Y nadie quiere amarme
Al igual que ella quiero ser bonita
Quiero ser bonita
No me mientas a la cara porque yo sé que soy fea

Completamente sola, estoy totalmente sola
No hay calor
No tengo a nadie a mi lado

Completamente, estoy totalmente sola
Siempre estoy totalmente sola
No hay calor
No tengo a nadie a mi lado que pueda abrazarme

20 de junio de 2011

3.- Verdades

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Solo tenía una razón para ir con Marissa y sus otras “amigas” a Saint John, según los papeles que tome de la oficina del director ahí se encontraba mi tutor, Stephen Truman.


- ¡Scarlett, ya es hora de irnos! – gritó Marissa desde su convertible plateado, torpemente subí al auto, no tenía idea de que esperar de aquel hombre desconocido que había pagando mi educación, pero estaba decidida a encontrar respuestas.


Al llegar a Saint John Marissa y sus amigas entraron a la tienda mas ostentosa y cara que tuvieron a la vista, me quedé con ellas unos minutos para que no sospecharan de que las había acompañado para hacer otra cosa –claro, era una posibilidad remota, para ellas no existe nada mas a la hora de comprar- tomé lo más barato que vi, que era una bufanda azul y me dirigí a pagarlo, la chica que me atendió tenía el cabello rizado teñido de rojo, lo noté porque sus raíces negras comenzaban a notarse, o al menos eso era una de las tantas cosas “interesantes” que había aprendido escuchando a Marissa.


- regreso en un rato, iré a una librería.


- de acuerdo, nos vemos en el Starbucks a las 6:00 pm, no olvides que tenemos que llegar temprano al internado – me contesto Marissa mientras se media un vestido rosa pastel.


- nos vemos.




Legué a la dirección donde supuestamente vivía mi tutor, era un asilo.


- ¿puedo ayudarte en algo, niña? – me preguntó una señora de cabello rizado y bajita.
Gracias a las “Chicas Channel” últimamente tenia la mala costumbre de observar el cabello de las personas.


- ¿aquí se encuentra Stephen Truman?


- si, ¿eres algún familiar? –respondió a la vez que revisaba el numero de habitaciones su computadora.


- el es mi tutor –sentí raro al decir eso.


- de acuerdo, sígueme – la señora me guió por los pasillos del asilo, ella caminada veloz mente a pesar de su estatura de de sus kilos de más, yo solo trataba de llevarle el ritmo mientras disimuladamente miraba hacia todos lados, pero no había nada más que ancianos jugando bingo, comiendo y viendo televisión– Bien, aquí es habitación 42 – abrió la puerta y antes de irse me hizo una mueca para que pasara.
Ahí sentado en un sillón, fumando una pipa mientras leía un trozo de periódico viejo se encontraba la persona que tal vez sería quien aclarara todas mis dudas, un anciano de unos 60 años.


- al fin nos conocemos, Amara Crow – dijo al verme.


- ¿perdón? Mi nombre es Scarlett Manson - era obvio que el hombre apenas si sabia su propio nombre, pero a la vez hablaba con una seguridad... tal vez ese era mi nombre?


- eres el experimento de Anthony, Amara – Tomó mi mano y miró mi muñeca – no cabe duda que eres tú.
Aun recordaba la vez en que Marissa descubrió esa marca en mi muñeca y casi se desmaya porque pensó que era un tatuaje y yo torpemente le respondí que era un lunar y ella solo me gritaba “¡Scarlett, eh visto muchos lunares en mi vida y créeme que ese no es uno!”
De todas las preguntas que tenía en mente solo se me ocurrió decir una en ese momento.


- ¿Qué significa ese signo?


- es el símbolo de Infinito, esa es la organización para la que trabajaba Anthony ¬– me extendió el periódico viejo que estaba leyendo, era una noticia, pero mí vista se concentro en las letras subrayadas:





Doctor Anthony Whitham


Biologo y químico de Bengal, creador del proyecto “Crows” que consistía en seleccionar y mutar el ADN humano para crear a personas con capacidades extraordinarias, es proyecto fue cerrado por el gobierno Alemán que financiaba su investigación debido a altas inconformidades de la iglesia, los riesgos de radioactividad y por la incapacidad de controlar a los mutantes creados en dicha organización..


Murió de manera misteriosa el 16 de octubre del 2000.





¿“Mutantes”?


- ¿eso significa que yo salí de un tubo de ensayo? –dije casi sin aliento, adiós a la torpe ilusión de tener una familia. Generalmente a alguien normal saber eso le causaría un estado de shock pero en mi no tuvo ese efecto, ¿será porque ya me esperaba eso?
Digo, no es como si esperara una explicación coherente después de una vida de mover cosas con la mente, era difícil de asimilar pero si de algo estaba segura es que en lo que a mi concierne, lo raro es normal y lo normal es raro.


- eres mucho más que eso Scarlett, sus ponderes son asombrosos, juntos serán indestructibles


- ¿juntos?


- hay mas como tú, búscalos, ellos te ayudaran, no dejes que el Infinito se apodere de ustedes


- ¿qué?


- y no dejes que Geel te encuentre, ya pasaron 10 años, falta poco para que el regrese, sabrás reconocer facilmente sus ojos amarillos como los de un frió reptil. lo demás lo sabrás a su debido tiempo.


- ¡¿Quién es él?! –esa fue la última pregunta sin respuesta que tuve la oportunidad de decirle porque el viejo se quedó dormido, finalmente me fui con más dudas de las que tenía cuando llegué.

. . . . . . . . . .






Quienes buscan la verdad merecen el castigo de encontrarla.
- RUSIÑOL, Santiago

16 de junio de 2011

Crows

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Crows: Orígenes
La vida de Scarlett (Mara) en el instituto, tratando de descubrir su pasado. 

NOTA: Esta novela iba a ser inicialmente una aparte, pero ya que las dos tenían la misma trama, decidí unirlas y convertir esta novela un una extencion de la otra que sirva para aclarar algunos detalles de la historia.
No es necesario leer primero esto, solo si quieres encontrar mayor coherencia a ciertas partes de Crows.
  1. Primer día
  2. Inoportuna y desinteresada ayuda
  3. Verdades
  4. Efecto Mariposa
  5. Luz de luna
  6. El final es el inicio

2.- Inoportuna y desinteresada ayuda

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- Se dice que 12 gramos de carbono o un gramo de hidrógeno o 56 gramos de hierro contienen aproximadamente un mol de átomos…

- ¡Boys blowing up our phones, phones Drop-topping, playing our favorite Cds!… - de Nuevo la voz chillona de Marissa, hum!

- …el número de Avogadro fue estimado para el átomo de carbono por el Químico…

- ¡Pulling up to the parties, Trying to get a little bit tipsy!… -es desesperante escucharla cantar mientras studio.

- … y Físico italiano Carlo Amedeo Avogadro Conde de Quarequa e di Cerreto…

- ¡Don't stop, make it pop DJ, blow my speakers up tonight, Imma fight till we see the unlight Tick tock, on the clock!…

- ¡Marissa!, por favor, estoy tratando de estudiar las propiedades de las partículas!

- ¿mañana hay examen de matemáticas?

- ¡es de química! –Marissa tan ingenua como siempre, gracioso y perturbador a la vez, juraría que si no fuera porque sus padres tienen dinero ella no estaría aquí… - familia, dinero, colegiatura, yo aquí, ¡exacto!
Gracias a la ingenuidad de Marissa había formulado un plan: entrar a la oficina del director y buscar mi archivo para saber quién es la persona que paga mi colegiatura.

- a veces me das miedo, Scarlett.

- no te preocupes, el sentimiento es compartido –guardé todos libros en mi mochila, me levanté del marco de la ventana, ya que ahí había “estudiado”. En mi buró había una bolsa de m&m’s que había comprado después de clases, la tomé y me recosté en la cama lanzando los chocolates al aire intentando vanamente que aterrizaran directamente en mi boca.

Marissa, después de cantar la mitad de las canciones de su IPod salió, me dijo a donde iba pero no le puse atención, seguí mirando el techo amarillento –que se suponía que era blanco- de la habitación, planeando lo mejor posible mi entrada a la dirección, contemplé todas las probabilidades y los obstáculos, “si mañana no funciona, lo intentaré al día siguiente”, me repetía dándome ánimos, o más bien, tratando de que no me diera un infarto por el nerviosismo.

– ¿Qué tal te fue en el examen de química Scarlett?

– Saqué un 10, ¿y tú?

– un 8 – sabía que el 8 de Marissa no era bien merecido, Tony Blair que era el chico que se sentaba a la derecha de ella dejaba que ella se copiara, no me sorprendería el tiene un altar de ella escondido en su closet.

– Deberías dejar de explotar al presidente de tu club de admiradores, uno de estos días se va a cansar de ti y no vas a tener quien te deje que le copies.


– Si se aburre aun tengo al vicepresidente y al tesorero, hahaha – y no era una broma, Marissa tenía 78 fans en Facebook y hasta su biografía estaba en Wikipedia, eso era digno de admirar… casi.

– Señorita Evans y señorita Manson, pongan atención en la clase – el profesor Morrison nos llamó la atención, química no era de mis mejores clases, y no era porque me fuera mal en esa materia, sino que odiaba al profesor, Morrison era gordo, calvo y tenía un bigote al estilo Hitler.
La clase pasó rápido, y llegó la hora del almuerzo, la semana que tenía en el internado me había adaptado bastante bien, me acostumbré a que a Marissa y a mí nos dejaran meternos en la fila para comprar comida, a estar al tanto de los chismes diariamente gracias a las amigas de Marissa – que por cierto no me agradan mucho – y a saber controlar mi… ¿don, poder, cualidad? Desde que descubrí que era torpe caminando en el hielo que comenzaba a caer debido a que se acercaba el invierno.

– Carly, iremos a comprar ropa a Saint John, ¿quieres venir? – me preguntó Isabel una de las “amigas” de Marissa, a ella no le caía muy bien, solo le hablaba porque… no tengo idea, y creo que no soporta a la mitad de las chicas con las que se junta, solo es por pura apariencia, la hipocresía pura siempre usa bolsas de channel y tiene forma de de cinco chicas: Isabel, Miranda, Kathy, Rose y Fanny. Creo que eso son sus nombres…

– Soy Scarlett, y no gracias, tengo cosas que hacer – sabía que ella me estaba invitando por educación –la poca que tenia-, tenía una y un tono de voz muy sutil.

– Si cambias de opinión no dudes en decírmelo, Scarlett – dijo Marissa antes de dar por terminada la conversación.

Al terminar las clases pasé por la dirección general, la secretaria estaba muy distraída viendo novelas por internet , siquiera notó mi presencia, giré la manija de la puerta para entrar a la oficina del director muy cuidadosamente, pero la puerta no se abría, volví a girar la manija con más fuerza pero esta no cedió, era obvio que estaba cerrada.
El resto de la tarde estuve practicando como abrir una cerradura, nunca había usado la telequinesis para otra cosa que no fuera para protegerme, evitando caerme, - o ahogarme con un m&m’s - aunque a veces era inevitable usarla para mi propia comodidad, nunca nadie me había dicho que hacer con mi poder, ni dado una clase de “cómo usar la telequinesis oportunamente”, si así hubiera sido ahora no me encontraría en esta situación.

Cuando ya estaba segura que podía abrir esa puerta me dirigí a la oficina del director, ya era un poco tarde así que no había nadie, caminé por los pasillos con un fuerte dolor de cabeza, pero sabía que una aspirina no me lo quitaría, me arrodillé frente a la puerta y me concentré en abrirla…

– ¿Qué haces?


– ¡Yo no quería entrar, enserio! – grité exaltada, hubiera logrado abrir esa puerta de no haber sido por la interrupción de aquella voz masculina que estaba a mis espaldas.

– tranquila no estás en problemas, soy Lucas Fellon. – dijo a la vez que me extendía su mano para ayudarme a ponerme de pie.

– Scarlett Manson – le contesté un poco agitada por el susto.

– ¿Se puede saber para que querías estar a la oficina del director? – me preguntó mostrando una sonrisa perfecta que combinaba con sus ojos azules y su lacio cabello rubio que caía sobre tu cara.

– No puedo decírtelo, lo siento.

– De acuerdo, aun así te ayudaré a entrar – sacó de un bolsillo de su pantalón un juego de llaves y seleccionó una, ¿Cómo era posible que yo me haya pasado más de 2 horas practicando con la cerradura del baño de mi habitación y el apareciera de la nada con las llaves de la oficina y dispuesto a ayudarme sin saber una razón concreta? –Soy el encargado de dar la noticias matutinas – me dijo como si hubiera adivinado lo que pasaba por mi mente.
Después de abrir la puerta, Lucas me dijo donde estaban los expedientes, busqué el mío –que no era tan grueso como el de los demás– y le saqué fotocopias, no era un buen momento para leerlo y menos frente a Lucas desconociendo lo que había dentro de aquel legajo.
Salimos fácilmente de la oficina, nadie nos había descubierto, la verdad es que fue más fácil de lo que pensé y tal vez me hubieran atrapado de no ser por la inoportuna y desinteresada ayuda de Lucas Fellon.

– Gracias – fue lo único que se me ocurrió decirle en ese momento, le pude haber dicho algo mejor pero estaba algo nerviosa, digo, no es normal encontrarme sola con un chico en un pasillo oscuro a las diez de la noche.

– De nada, Scarlett – fue el único intercambio de palabras que tuvimos antes de que el me acompañara a la puerta de mi habitación y solo nos despedimos con un simple adiós.

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Las cualidades sublimes infunden respeto; las bellas, amor.KANT, Immanuel

14 de junio de 2011

1.- Primer Dia

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Tic Toc, Tic Toc….

El sonido del reloj y yo estaba comenzando a molestarme, llevaba más de 20 minutos esperando en la oficina del director, olía mucho a tabaco mezclado con café, ya empezaba a perder la paciencia, miré a mi alrededor y vi en el escritorio un péndulo de Newton dorado, pero sin brillo a causa de los años incluso se notaban unas ligeras marcas de oxido, pero era lo suficientemente estable como para ser utilizado; bastó una simple mirada para que estas empezaran a moverse, me quede concentrada viendo el efecto de acción y reacción cuando el director se dignó a aparecer. Instantáneamente detuve las esferas.


– Buenos días, señorita Manson. - El Director Johnson era un hombre viejo, tal vez en sus cincientas, resultaba muy gracioso el hecho de que tenía mas cabello en la barba que en la cabeza.


– Buenos días – contesté fastidiada.

– Aquí está su horario de clases y las llaves de su habitación, espero que las instalaciones sean de su agrado. –dijo tratando de ser cortes, pero no le resultó, ni siquiera hizo el esfuerzo de fingir.


– Gracias –Salí de la oficina, con solo un par de maletas, en el orfanato no tenia tantos lujos, nunca los tuve, así que para mí no importaba, pasé 10 años de mi vida en un orfanato de monjas, llegue ahí con nada más que mi nombre y 9 dólares, sin apellido, sin familia, sin memoria.


Era mi primer día como estudiante del internado “Rothesay Netherwood” que era uno de los más prestigiosos de Canadá, aunque estaba algo aislado detrás de una montaña, cerca del río Kennebecasis, que por cierto casi siempre estaba congelado.
Caminé por los pasillos del internado en busca de mi habitación, miraba atentamente las puertas esperando que nadie saliera de su habitación y se diera cuenta de que mis maletas se movían solas por encima del suelo, no creo que haya muchas personas que tengan telequinesis, al menos nunca eh visto a alguien como yo, nunca.
Entré a mi habitación, era muy rustica, como del siglo XIX, igual que todo el internado, dejé las maletas a un lado y me recosté en una de las camas, ya que la otra parecía que ya la habían ocupado, por lo menos la mía estaba a un lado de la ventana. Tardaría mucho en acostumbrarme al olor de la madera húmeda y su rechinar.



– Solo estas aquí para descubrir y no para convivir –me dije a mi misma, como si tuviera la tentación por conocer gente nueva. Miré el techo y sin darme cuenta me quedé dormida.


En sueños tuve un recuerdo de mi niñez en el internado todo se veía desde otra perspectiva, me veía a mi misma de 12 años, con el cabello despeinado hasta la cintura, la hermana Caterine me regañaba por que dejaba que los otros niños tomaran mis cosas y las rompieran “Scarlett, deberías ser mas cuidadosa, los niños de aquí atesoran sus cosas, lo poco que tienen, tu deberías hacer lo mismo, aférrate a lo que te queda”.
Nunca entendí lo que decía, si me aferraba a algo ¿no sería más difícil separarme de el cuando llegue el momento” “¿Cuándo llegará el momento?”. Lo único que hacia cuando niña era pensar en el mañana, encerrada en mi propio mundo pensando en las posibilidades que se habrían ante mí, en las cosas que podían cambiar en un futuro cercano.
Las imágenes de un segundo sueño llegaron a mi, esta vez me veía a mi misma de 8 años tal vez, jugando en un extenso jardín, sonriendo al ver un vaso de jugo de naranja convertirse en hielo y después mirar hacía el cielo viendo un pájaro hecho de arena volar por el aire. 
Todo se veía tan irreal, no podía entender el significado de esas imágenes, no era la primera vez que soñaba lo mismo, pero seguía sin poder descifrarlas.


Abrí los ojos, alguien estaba en la habitación, podía escuchar unos pasos sigilosos que se acercaban a mí, pero era de noche y la oscuridad me impedía ver, el nerviosismo invadió mi cuerpo con un fuerte escalofrió, hasta que por fin las luces encendieron.


– Oh lo siento, ¿te asusté? –me pregunto una chica rubia, parecía tener mi edad.


– Nn…o – le contesté, pero aun seguía asustada y ella lo notó.

– Lamento si te asusté, no quería despertarte –dijo tratando de contener la risa– soy Marissa Evans, y ¿tu eres…?


– Scarlett Manson.


–Scarlett, creo que seremos buenas amigas, ¿quieres que te muestre el campus?


– Por favor –dudé en contestar, pero era mejor si alguien se ofrecía ayudarme que tener que ir después con el comité de alumnos, además ella era mi compañera, así que sería una buena manera de empezar bien mi estancia indefinida en el internado.


– Bien, pero necesitas ponerte el uniforme-dijo dándome una bolsa negra de plástico, la abrí y saqué lo que había adentro, el uniforme era negro con un moño rojo, tenia sentido, así los alumnos no se perderían entre la nieve, creo.

Después ponerme el ”colorido” uniforme salí con Marissa a las canchas del internado, no pude evitar sentirme incómoda por las miradas de todo el que estaba cerca.


– Nunca había entrado alguien nuevo al internado a estas alturas el ciclo escolar, es normal que tengan curiosidad. –Dijo al momento en que nos sentábamos en una banca – los chicos del equipo de fútbol americano son lindos, ¿no crees?Miré asía la cancha donde se encontraban practicando, uno de ellos me sonrío, pero desvié la mirada “vine aquí para descubrir, no para convivir” repetí la frase en mi mente hasta que el rojo de mis mejillas debido al sonrojo desapareció, no podía fijarme en alguien, tenía que descubrir mi pasado y ese internado era la clave para conseguirlo.

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Tu deber es descubrir tu mundo y después entrégate con todo tu corazón.
-Buda