16 de junio de 2011

2.- Inoportuna y desinteresada ayuda

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- Se dice que 12 gramos de carbono o un gramo de hidrógeno o 56 gramos de hierro contienen aproximadamente un mol de átomos…

- ¡Boys blowing up our phones, phones Drop-topping, playing our favorite Cds!… - de Nuevo la voz chillona de Marissa, hum!

- …el número de Avogadro fue estimado para el átomo de carbono por el Químico…

- ¡Pulling up to the parties, Trying to get a little bit tipsy!… -es desesperante escucharla cantar mientras studio.

- … y Físico italiano Carlo Amedeo Avogadro Conde de Quarequa e di Cerreto…

- ¡Don't stop, make it pop DJ, blow my speakers up tonight, Imma fight till we see the unlight Tick tock, on the clock!…

- ¡Marissa!, por favor, estoy tratando de estudiar las propiedades de las partículas!

- ¿mañana hay examen de matemáticas?

- ¡es de química! –Marissa tan ingenua como siempre, gracioso y perturbador a la vez, juraría que si no fuera porque sus padres tienen dinero ella no estaría aquí… - familia, dinero, colegiatura, yo aquí, ¡exacto!
Gracias a la ingenuidad de Marissa había formulado un plan: entrar a la oficina del director y buscar mi archivo para saber quién es la persona que paga mi colegiatura.

- a veces me das miedo, Scarlett.

- no te preocupes, el sentimiento es compartido –guardé todos libros en mi mochila, me levanté del marco de la ventana, ya que ahí había “estudiado”. En mi buró había una bolsa de m&m’s que había comprado después de clases, la tomé y me recosté en la cama lanzando los chocolates al aire intentando vanamente que aterrizaran directamente en mi boca.

Marissa, después de cantar la mitad de las canciones de su IPod salió, me dijo a donde iba pero no le puse atención, seguí mirando el techo amarillento –que se suponía que era blanco- de la habitación, planeando lo mejor posible mi entrada a la dirección, contemplé todas las probabilidades y los obstáculos, “si mañana no funciona, lo intentaré al día siguiente”, me repetía dándome ánimos, o más bien, tratando de que no me diera un infarto por el nerviosismo.

– ¿Qué tal te fue en el examen de química Scarlett?

– Saqué un 10, ¿y tú?

– un 8 – sabía que el 8 de Marissa no era bien merecido, Tony Blair que era el chico que se sentaba a la derecha de ella dejaba que ella se copiara, no me sorprendería el tiene un altar de ella escondido en su closet.

– Deberías dejar de explotar al presidente de tu club de admiradores, uno de estos días se va a cansar de ti y no vas a tener quien te deje que le copies.


– Si se aburre aun tengo al vicepresidente y al tesorero, hahaha – y no era una broma, Marissa tenía 78 fans en Facebook y hasta su biografía estaba en Wikipedia, eso era digno de admirar… casi.

– Señorita Evans y señorita Manson, pongan atención en la clase – el profesor Morrison nos llamó la atención, química no era de mis mejores clases, y no era porque me fuera mal en esa materia, sino que odiaba al profesor, Morrison era gordo, calvo y tenía un bigote al estilo Hitler.
La clase pasó rápido, y llegó la hora del almuerzo, la semana que tenía en el internado me había adaptado bastante bien, me acostumbré a que a Marissa y a mí nos dejaran meternos en la fila para comprar comida, a estar al tanto de los chismes diariamente gracias a las amigas de Marissa – que por cierto no me agradan mucho – y a saber controlar mi… ¿don, poder, cualidad? Desde que descubrí que era torpe caminando en el hielo que comenzaba a caer debido a que se acercaba el invierno.

– Carly, iremos a comprar ropa a Saint John, ¿quieres venir? – me preguntó Isabel una de las “amigas” de Marissa, a ella no le caía muy bien, solo le hablaba porque… no tengo idea, y creo que no soporta a la mitad de las chicas con las que se junta, solo es por pura apariencia, la hipocresía pura siempre usa bolsas de channel y tiene forma de de cinco chicas: Isabel, Miranda, Kathy, Rose y Fanny. Creo que eso son sus nombres…

– Soy Scarlett, y no gracias, tengo cosas que hacer – sabía que ella me estaba invitando por educación –la poca que tenia-, tenía una y un tono de voz muy sutil.

– Si cambias de opinión no dudes en decírmelo, Scarlett – dijo Marissa antes de dar por terminada la conversación.

Al terminar las clases pasé por la dirección general, la secretaria estaba muy distraída viendo novelas por internet , siquiera notó mi presencia, giré la manija de la puerta para entrar a la oficina del director muy cuidadosamente, pero la puerta no se abría, volví a girar la manija con más fuerza pero esta no cedió, era obvio que estaba cerrada.
El resto de la tarde estuve practicando como abrir una cerradura, nunca había usado la telequinesis para otra cosa que no fuera para protegerme, evitando caerme, - o ahogarme con un m&m’s - aunque a veces era inevitable usarla para mi propia comodidad, nunca nadie me había dicho que hacer con mi poder, ni dado una clase de “cómo usar la telequinesis oportunamente”, si así hubiera sido ahora no me encontraría en esta situación.

Cuando ya estaba segura que podía abrir esa puerta me dirigí a la oficina del director, ya era un poco tarde así que no había nadie, caminé por los pasillos con un fuerte dolor de cabeza, pero sabía que una aspirina no me lo quitaría, me arrodillé frente a la puerta y me concentré en abrirla…

– ¿Qué haces?


– ¡Yo no quería entrar, enserio! – grité exaltada, hubiera logrado abrir esa puerta de no haber sido por la interrupción de aquella voz masculina que estaba a mis espaldas.

– tranquila no estás en problemas, soy Lucas Fellon. – dijo a la vez que me extendía su mano para ayudarme a ponerme de pie.

– Scarlett Manson – le contesté un poco agitada por el susto.

– ¿Se puede saber para que querías estar a la oficina del director? – me preguntó mostrando una sonrisa perfecta que combinaba con sus ojos azules y su lacio cabello rubio que caía sobre tu cara.

– No puedo decírtelo, lo siento.

– De acuerdo, aun así te ayudaré a entrar – sacó de un bolsillo de su pantalón un juego de llaves y seleccionó una, ¿Cómo era posible que yo me haya pasado más de 2 horas practicando con la cerradura del baño de mi habitación y el apareciera de la nada con las llaves de la oficina y dispuesto a ayudarme sin saber una razón concreta? –Soy el encargado de dar la noticias matutinas – me dijo como si hubiera adivinado lo que pasaba por mi mente.
Después de abrir la puerta, Lucas me dijo donde estaban los expedientes, busqué el mío –que no era tan grueso como el de los demás– y le saqué fotocopias, no era un buen momento para leerlo y menos frente a Lucas desconociendo lo que había dentro de aquel legajo.
Salimos fácilmente de la oficina, nadie nos había descubierto, la verdad es que fue más fácil de lo que pensé y tal vez me hubieran atrapado de no ser por la inoportuna y desinteresada ayuda de Lucas Fellon.

– Gracias – fue lo único que se me ocurrió decirle en ese momento, le pude haber dicho algo mejor pero estaba algo nerviosa, digo, no es normal encontrarme sola con un chico en un pasillo oscuro a las diez de la noche.

– De nada, Scarlett – fue el único intercambio de palabras que tuvimos antes de que el me acompañara a la puerta de mi habitación y solo nos despedimos con un simple adiós.

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Las cualidades sublimes infunden respeto; las bellas, amor.KANT, Immanuel

3 comentarios:

  1. Me encanta.
    Ya quiero saber quien es ese tal Lucas. Me huele a que es alguien malo....MEJOR!!

    Besos. Avisame cuando subas el próximo cap, por favor.

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  2. Por cierto, podría preguntarte, donde creaste tu banner?? Te quedó muy lindo.

    Espero tu respuesta.

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  3. Me encanto ¨o ahogarme con un m&m’s¨, tambien debes preguntarte como sabia el que ella iba a estar ahi y como traia las llaves y .-. si puede leer mentes, en fin, muchas especulaciones, me gusto mucho, sigue escribiendo.

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Gracias por tomarte el tiempo de comentar :)
Responderé lo mas pronto posible ;)